El Edificio en Llamas: Xenofobia y crisis venezolana

¡Se Volvió a Quemar!

El edificio donde yo vivía, anoche, se volvió a quemar. Las llamas consumieron, una vez más, otro apartamento.

El hijo del administrador, igual de inmaduro que su padre, se dejó llevar por una tendencia absurda en redes sociales: prender fuego al lugar donde vives.

El problema es que en ese edificio los bomberos y la policía están comprados. No importa cuántos incendios haya, nadie hace nada.

El administrador definitivamente tiene que creer que le conviene el caos. Debe ser que quiere que todos vivan en la misma miseria mental que él.

Algo turbio tiene que estar pasando en varios de esos apartamentos, porque si realmente se preocupara por la comunidad, haría su trabajo como es debido.

Yo me fui hace 10 años porque mi esposo se dio cuenta de que las llamas ya estaban demasiado cerca. Era eso o quemarme con el resto del edificio.

Muchos de mis vecinos no tuvieron la misma suerte. Algunos se quedaron, pero sin agua o sin luz, y siguen ahí, tratando de sobrevivir.

Lo triste es que la zona es hermosa. Los edificios son espectaculares, y el nuestro, mi edificio, es precioso. La comunidad es lindísima, el diseño de los apartamentos es increíble, la vista, los colores… es que hasta el nombre es encantador: Residencias Venezuela.

Pero tenemos un pésimo administrador, ¡hay que cambiarlo ya!

Ahora, como ese edificio ha dado mucho de qué hablar, nadie quiere inquilinos que vengan de ahí. En los otros edificios de la zona se está generalizando a todos por Algunos hasta están sacando a cualquier persona que venga de Residencias Venezuela. Otros simplemente los tratan mal, con desprecio, como si todos hubieran sido parte del problema.

Pero lo curioso es que muchos de esos edificios también pasaron por administraciones terribles, y cuando sus inquilinos estaban en crisis, fue nuestra hermosa residencia quien los acogió.

Algunos de esos edificios que hoy son espectaculares fueron construidos con manos venezolanas.

Si en tu edificio los bomberos realmente hacen su trabajo, si la policía realmente atrapa a los culpables, entonces úsalos para apagar las llamas y capturar a los verdaderos responsables.

Porque ese es el trabajo de los bomberos: apagar el fuego. Y el de la policía: buscar, capturar y meter en la cárcel a quienes iniciaron el incendio.

Si en tu edificio puedes hacer eso, sé parte de la solución contra la xenofobia y la crisis venezolana.

Dirige tu rabia hacia quienes encendieron las llamas. Porque en mi edificio, los bomberos no van.

Si ahora tienes inquilinos que están prendiendo fuego, dañando tuberías, poniendo la música a todo volumen y causando caos, haz lo que nosotros no pudimos hacer: atrápalos y apaga esas llamas. Sé parte de la solución. Porque en mi edificio, los bomberos no van.

¿O qué? ¿La solución es dejar que Venezuela y los venezolanos se quemen por completo?

Al final, el fuego no se combate con más fuego, sino con agua, compasión, empatía, con amor.